El filial aldeano ha concluido el campeonato en la segunda plaza tras el CD Firgas. Su entrenador, Cristo Manuel (Manolín), es un aldeano que jugó en el San Antonio y fue una de las grandes figuras y promesas del fútbol grancanario. Ahora disfruta de su pasión formando a los jugadores del Infantil de la UD San Nicolás
El deporte, en muchas ocasiones, si no en todas, es una de las grandes aficiones que cuando se practican con pasión y cariño se convierten en referente. Algo así sucede en La Aldea y con la UD San Nicolás. Muchos deportistas y sus familias dejan a un lado su rutina diaria para dedicar muchas horas a la semana para compartir amistad y salud. El fútbol se vive de manera muy especial en el pueblo y así lo demuestran todas las categorías que participan en campeonatos oficiales en la isla de Gran Canaria.
En estas fechas ya tenemos los resultados de algunos de esos campeonatos. Ya ha finalizado el campeonato liguero en la categoría Infantil. Ahí nos encontramos la magia del deporte y de lo que hoy nos ocupa. Niños, familias, un club y un entrenador. Lo conocen por Manolín, pero en su época deportiva de alta competición era conocido por Cristo. Es el entrenador del exuberante subcampeón de liga en la categoría Infantil de la UD San Nicolás.
“Sólo tengo palabras de gratitud para los chiquillos porque lo han dado todo con cariño y ganas de jugar a la pelota”
El CD Firgas ha ganado la liga, invictos. “Tienen un proyecto deportivo muy cuidado, juegan a la pelota y tienen un trabajo detrás de ellos muy grande, además de un gran entrenador”. Manolín recordó que tuvieron la oportunidad de vencerles en su campo en la primera parte del torneo, pero finalmente quedamos en un empate a dos goles. “Luego ya nos ganaron en casa en los últimos días, pero porque me faltaban dos niños”. Por cierto, único partido que perdió el equipo Infantil en esta temporada.
En su repaso a la liga, Manolín recuerda cómo perdieron la oportunidad de traerse los tres puntos para La Aldea en el partido de Valleseco. “Íbamos ganando uno a tres y en los últimos minutos nos empataron y con el Teror nos pasó igual”.
El entrenador tuvo unos minutos de gratitud hacia uno de sus pupilos, el número siete, Miguel Ángel, de quien dijo que tendrá un gran futuro “porque ha destacado en todos los partidos y ha sabido jugar en equipo formando un bloque sólido”.
“Ha sido una temporada increíble y no sólo por el resultado sino por la forma en la que pudimos hacerlo”. El entrenador recordó que ha sido muy duro entrenar cada día con tan pocos chicos. “Habían días en los que sólo venían a entrenar siete y ocho jugadores y no decir de cuando sólo teníamos que jugar con uno o dos suplentes la mayoría de los fines de semana”.
Relató que ha tratado de inculcarles el aprendizaje como herramienta para divertirse jugando al fútbol. “Nunca hemos jugado al patadón sino tocando incluso con el portero, apostamos primero, por jugar al fútbol, y aprender”. También destacó que nunca tuvo problemas con el vestuario, “son niños buenísimos, humildes y muy sanos que han jugado siempre con deportividad”.
“Nuestras piedras en el camino han sido la carretera, los horarios y sus madrugones y la falta de niños”
“Hemos tenido muchas cosas en nuestra contra como la carretera que miedo nos daba cada fin de semana pasar por ella. Es increíble cómo hemos tenido que madrugar por esos horarios impuestos por la Federación que no ha sido sensible con la gente de La Aldea. Aquí jugamos a las doce del mediodía para que la gente de fuera no madrugara, pero nosotros hemos tenido que jugar cada dos semanas a las nueve de la mañana como si el camino de ida fuera menos para nosotros que para el resto de familias de otros equipos”.
“Para mí somos los campeones porque lo que hemos hecho no lo hace nadie. Hay que vivirlo para saber de lo que estoy hablando”
Manolín no desperdició el tiempo en halagos hacia sus chicos y familiares que “siempre han estado ahí apoyando”. En cuanto a su futuro, reconoce que está agotado, pero que el próximo año volverá a caer, -afirmó entre sonrisas- “porque he nacido con un balón debajo de la almohada”.