El sector del taxi en La Aldea ocupa un papel esencial en el día a día, pero durante estos tiempos de lucha contra la enfermedad de la COVID-19, resulta crucial para una población que solo ha podido salir a la calle de forma restringida durante el estado de alarma.
Fefi Ojeda, una de las taxistas del municipio, ha reconocido que la ayuda de los 700 euros por licencia aprobada por el Cabildo de Gran Canaria esta semana llega “como agua de mayo”, puesto que “los servicios han disminuido en más de un 80 por ciento” y cuyas características no permiten el cese temporal del servicio o la baja temporal puesto que “perderíamos la licencia”.
El Cabildo de Gran Canaria aprobó esta semana la concesión directa de subvenciones a los taxistas por 1,96 millones de euros cuyo objetivo será “minimizar las pérdidas causadas por el estado de alarma”.
Los autónomos del taxi aldeano como Fefi Ojeda o Carmelo Sosa y el resto afrontan un período económico complicado al tener que responder ante la hacienda autonómica y estatal como si vivieran en condiciones laborales normales.
“La cosa se complica con los gastos corrientes, como le sucede a todo el mundo, con los recibos de la vivienda, la familia, la llegada de los seguros, reparaciones de mantenimiento”, ha recordado Ojeda. “No es una quiniela ni la panacea, pero por supuesto que ayuda -continúa-. Muchos pocos hacen un mucho”.
Algunos de los trabajadores del taxi en La Aldea han mejorado su lucha contra el virus instalando mamparas protectoras en el interior de sus vehículos, como en el caso de Fefi Ojeda, “informamos sobre la necesidad de utilizar las mascarillas y los guantes, nosotros les proporcionamos guantes y pueden usar los geles hidroalcohólicos que tenemos en los taxis”.
Ojeda ha reconocido que han puesto en práctica, “aún hoy”, un ejercicio de información a sus vecinos y clientes sobre la necesidad de cumplir las normas del estado de alarma como no poder llevar nada más que a una persona en cada servicio en un taxi de cinco plazas y de dos personas en un taxi de 8 a 9 plazas.
“Sabemos que es complicado, pero debemos cumplir las normas de seguridad -señala- puesto que así está estipulado y es la mejor manera de protegernos mutuamente”.