El Foro denuncia las drásticas consecuencias del nuevo cierre de la carretera

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El Foro teme que las obras se prolonguen más allá de los dos meses anunciados y les preocupa que afecte al ritmo de las obras de la nueva vía

Durante la concentración de esta mañana en la calle Mayor de Triana y, posteriormente, frente a la sede del Cabildo de Gran Canaria, convocadas por el Foro Roque Aldeano, manifestaron la enorme preocupación por las consecuencias derivadas del cierre de la carretera tras la caída de un muro de contención a la altura del barrio de El Risco.

De una parte ante los perjuicios sociales ya que los servicios externos de la comarca están relacionados con los municipios del Norte (sanidad, juzgados, deportes, transportes y otros), pero igualmente para la economía del municipio que se verá drásticamente afectada.

Al Foro le preocupa igualmente que el arreglo del muro se prolongue más allá de los dos meses señalados por el Cabildo. Recuerda el colectivo que en Temisas transcurrieron cuatro meses desde que se cayó un muro como consecuencia de las lluvias del pasado octubre y que curiosamente se ha abierto al tráfico estos días.

De igual forma el colectivo ciudadano teme que el nuevo cierre de la vía tenga consecuencias en el ritmo de las obras de la primera fase de la nueva carretera El Risco-La Aldea que de por sí no van al ritmo acorde con una inversión media de 2,6 millones mensuales, visto que se dispone de una partida de 26,7 millones para el presente ejercicio 2016.

Al respecto, señala Roque Aldeano, los comentarios apuntan a que en septiembre no estará operativo el tramo entre El Risco y la rotonda del Mirador, tal como se había comprometido el presidente canario Fernando Clavijo. El Foro exige que el Gobierno de Canarias, el Gobierno de España y el Cabildo consensúen una solución para ejecutar, por la vía de máxima urgencia, toda la carretera La Aldea-Agaete. Al respecto, se pregunta el colectivo si los responsables políticos están esperando a que se produzca una tragedia para ejecutar una obra con décadas de reivindicación y unos seis años de retraso en su ejecución.

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