Una treintena de personas recorren las cumbres del municipio para mantener vivo este deporte federado que incluye dos rutas, un reconocimiento a un vecino del municipio y el tradicional almuerzo de cabra en la escuelita de El Hoyo para despedir la cita
La Aldea ha sido históricamente un enorme foco de pervivencia de las tradiciones más antiguas de Canarias. Este fin de semana tiene lugar uno de los encuentros con más solera, el Encuentro del Salto del Pastor. Diecisiete ediciones avalan un encuentro que sirve para demostrar el gran estado de salud de esta tradición canaria.
Este jueves tuvo lugar la primera cita con la reunión de los participantes y una cena. El programa ha marcado dos rutas en las que se pondrán en común los avances en sus técnicas y los progresos de los nuevos deportistas.
El encuentro también incluye la realización de un homenaje a una persona, -es una sorpresa y no debemos publicarlo- durante la cena del sábado. “Le he contado una mentira piadosa. Se merece este homenaje por todo lo que hace por los aldeanos y La Aldea”, explica Antonio Armas, presidente de la Jurria El Salem, organizadores del encuentro. El domingo se despiden con otra ruta y almuerzo de carne de cabra en el local social de La Cruz (El Hoyo).
La Federación Canaria de Salto del Pastor mantiene una actividad importante en la potenciación y preservación de esta herencia cultural que identifica a los pastores de Canarias. Una treintena de deportistas federados participan en esta décimo séptima edición. Armas nos recuerda que sólo participan deportistas federados de todas las edades porque, a pesar de no ser un deporte de riesgo, “ese riesgo es subjetivo y cada uno sabe los límites que deben garantizar su seguridad”.
Antonio Armas afirmó que en este encuentro no acudirán tantos deportistas de fuera de Gran Canaria porque el próximo fin de semana está programado otro encuentro en la isla de La Palma. A pesar de ello, participan tres personas de Tenerife y dos de Lanzarote, el resto, son de Gran Canaria.
En el municipio de La Aldea hay 16 deportistas federados. “Aquí hay muy buena cantera. Es un deporte muy fácil y cualquier persona puede tardar seis meses, aproximadamente, en aprender a realizar saltos bien controlados y divertirse”, añade Antonio Armas.
Estos deportistas pueden desarrollar saltos en vertical de hasta nueve metros, pero reconoce el presidente de la Jurria El Salem, que “cada uno mide sus riesgos y debemos tener cuidado porque las lesiones pueden llegar de forma imprevista”.
El Garrote
El precio de un buen garrote oscila entre los 130 euros, pueden medir de entre 3 metros y medio hasta los cuatro metros diez centímetros y, normalmente, son de riga de honduras. Pero, también los hacen de pino canario, aunque se suelen hacer sólo en La Palma, de madera de fresno, de haya o caoba.
“En La Aldea hay algunos artesanos de la madera que tienen la experiencia en la fabricación de garrotes para el Salto del Pastor como Juan Manuel Ojeda, Juan José Castellano, Cristóbal Álamo o Gustavo Vega”, señaló Armas. El regatón, la punta de metal incrustada en el garrote, suele ser de hierro forjado en una sola pieza, pero también hay deportistas que prefieren hacerlas de acero. Antonio Armas recordó que antes lo hacía Sebastián Álamo, el herrero. “Ahora tenemos que ir a Gáldar para poder encontrar estos regatones”.